En situación: Baja uno al andén de la Estación de Autobuses de Ferrol a esperar y tiene una urgencia. Tras pasar el laberinto formado entre los buses, los asientos y los apoyos isquiáticos, que ocupan todo el espacio, conseguimos llegar al aseo y nos encontramos con un último banco que intentará disuadirnos de que los usemos. La foto lo dice todo. Y la preocupación por parte de los responsables brilla por su ausencia.
Dicho banco no sólo invade el marco de la puerta sino también algo la propia puerta y en caso de un usuario de silla de ruedas, dificulta el alcance de la manilla. Manifiesta falta de sensibilidad que podría formar parte de cualquier colección de chapuzas gallegas.
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